Una vuelta por el mundo

¿Quién no ha soñado alguna vez con viajar por toda la Tierra, sin otro que hacer más que disfrutarlo y aprender de ella plenamente?  ¿Quién no se ha emocionado con libros o películas que narran la épica lucha por los sueños hasta conseguir hacerlos realidad? ¿Quién no vibra con el sentimiento que provocan aquellas canciones que hablan de igualdad, tolerancia, conciencia… de confianza, unidad, compasión… de luz y calor: de amor?

Pues bien, uno de nuestros sueños es… ¡¡Dar la vuelta al mundo!!

Ahora es nuestro momento para vivir esta experiencia. Puede no ser el momento perfecto, no, porque entre otras cosas de eso no hay… pero es un excelente momento. :D

No es la primera vez que hemos sentido el impulso de VIAJAR (con letras mayúsculas, sí). Seguir y seguir y no parar. Varios han sido los años en que nos hemos ido de vacaciones con nuestra furgo (montada por nosotros mismo a lo humilde… a lo quinqui, vaya!) y esa sensación de libertad siempre nos ha acompañado. Sin embargo, llegado el momento de regresar nos quedábamos con la sensación de querer continuar... Conocedores de cuánto nos quedaba por explorar, por conocer, por vivir.

Este año ha sido decisivo para nosotros. Hemos sido plenamente conscientes de que a medida que pasan los años es más fácil caer en el ritmo de vida estereotipado impuesto por la sociedad: déjate los huesos en el trabajo (es lo que te va a dar la carne), déjate la tranquilidad en una hipoteca (es lo que te va a dar el descanso)… Corremos el riesgo de olvidar lo más importante de nuestra vida: internamente, nosotros mismos y nuestros sueños (lo que hemos venido a realizar). Externamente, nuestras relaciones y convivir con lo que nos rodea. Y como pareja creemos que igualmente existe esta dualidad indivisible; la realización individual y de pareja. Lejos de limitarnos y proyectar nuestros miedos e inseguridades en el otro, podemos apoyarnos e impulsarnos. Porque nos pese o nos aligere cuanto nos pese o nos aligere, nosotros elegimos cómo vivimos. Lo que hacemos con cada segundo. Nadie va a vivir nuestra vida por nosotros. Nadie va a realizar por nosotros todas aquellas ilusiones que tenemos ¡y nadie va a darnos la fuerza y confianza necesaria para realizarlo sino nosotros mismos! ¡Nunca es el mejor momento para hacer nada y siempre es el momento para hacerlo todo! Nosotros elegimos.

Así todo, ¡nos damos luz verde para esta experiencia, nos vamos a dar una vuelta por el mundo!

El viaje ya ha comenzado. Llevamos preparando la jugada desde enero; entre guías de viaje, internet, blogs inspiradores, vacunas y demás papeleos. ¡La cantidad de información que hay es increíble! No lo dejamos todo atado, porque aparte de ser imposible, creemos que es mejor dejar cierto margen a las circunstancias que vayan surgiendo. Como la vida misma. ;) 

Nuestro camino nos lleva hacia el Este, hacia la luz del amanecer. Comenzamos con un pequeño interrail que nos conecta con el mítico transmongoliano, dándonos la entrada al país del dragón. Nos acercaremos a las islas del sol naciente para después retornar hacia los pueblos sagrados de las mayores montañas del mundo. Acogeremos la espiritualidad de India y enraizaremos la sabiduría con la que el sudeste asiático simplifica la vida. Y seguimos hacia el sur para conocer a la gente que vive cabeza abajo, en las antípodas.

Según la estación en la que nos encontremos volaremos hacia Sudamérica o cambiaremos de hemisferio hacia Norteamérica e iniciaremos un ascenso o descenso, respectivamente, por las Américas. Pero esto, amigos y amigas, ya es un adelanto. xD

Ahora en serio, tenemos el itinerario bastante definido. En la próxima entrada colgaremos el mapamundi con el camino que vamos a recorrer. Ojalá podáis aportarnos ideas, sugerencias, consejos o contactos de los diferentes lugares que deseamos visitar. Serán más que bienvenidos tanto antes de partir como en el propio camino. ;)