30 jul 2012

Berna, ¡al fin!


Pasada la emoción del momento de partida y tras un par de horas de duermevela, llegamos a Hendaya prestos a hacernos con nuestros billetes para presentarnos en Berna esa misma noche... ilusos.

El rio Aar abrazando la capital
El rapidísimo enlace de Paris con Berna que habiamos previsto había desaparecido hacía días, previa reserva de los mochileros que ya estando en Francia podían reservar su asiento. Tuvimos que hacer un "ligero" cambio de planes que nos llevaría a estar 10 horas tirados en Hendaya y 17 horas más en trenes hasta nuestra llegada a la capital suiza.

Una vez llegados a Berna, fuimos directos al albergue, a reorganizar nuestras mochilas a fin de mandar ropa para casa (sí, el precio de haber pasado por alto qué llevar y qué no: peso excesivo). Y creíamos que llevabamos poco... pero en fin, ya sabéis, ¡el viajero viaja ligero!

Ahora, una vez quitado el cansancio con un ducha fresca, ¡a disfrutar!





Acogedora y coqueta. Berna es una pequeña ciudad, aunque más bien nos pareció un gran pueblo con un aún mayor encanto. Eso sí, la economía también tira por lo alto, asi que a pulir la técnica maestra del "bolsillo agarrau". Vaya con el franco suizo y su "nivel de vida".

Las calles están llenas de soportales y ¡hay tiendas hasta debajo de las piedras!














El oso es el animal que representa la ciudad, en los últimos año han construido una especie de mini-zoo para que la gente pueda ver y fotografiar a los osos desde muy cerca (ya que hay miradores rodeando todo su reducido espacio). No nos gustó mucho esa sensación de animales de feria. Yo, Mikel, estuve hace unos años aquí, cuando aún no habían construido esta atracción y sólo una escultura y muchas banderas te decían cuál era el animal totémico de la ciudad, y creo, había más respeto y belleza en ello.

Éste se quedó de piedra al vernos


¡Un bombón suizo!



Nos gustó mucho el simbolismo de una escultura que había en uno de sus parques. Representa la antigua mensajería de correo entre los cinco continentes. La comunicación entre América, Europa, África, Asia y Oceanía. En armonía.

¿Quién es quién?

A lo lejos se pueden atisbar los alpes suizos, entre todos los picos, el más alto es el Jungfrau "La doncella", que con sus 4.158m es el techo de Europa. Se puede acceder a su estación, algunos metros más abajo, en el famoso tren cremallera. Es una experiencia que recomiendo muy mucho... ¡y que agradezco mucho a mis padres!




Pasamos un muy agradable día. Nos hubiera gustado recorrer los alrededores, porque los paisajes que nos comimos de desayuno en el tren fueron impresionantes. Ya habrá tiempo cuando volvamos con nuestro caballo de cuatro ruedas... ahora toca seguir avanzando.

5 comentarios:

  1. Seguimos con el empeño de ponernos al día!
    Vienen Viena y Budapest, ah! y ahorita estamos en Cracovia!!

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  2. yuujuujuu!! se os ve estupendamente valientes!! y no os bloggobiéis, que tendréis tiempo suficiente para todo. Musu goooDDo!

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    1. Ya, pero luego bien que nos metes prisa para que hagamos mas entradas, eh!?
      Muaka!

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  3. Midori michi??? Mikel! nos perdimos la pista por aquello de llevarnos por el modernismo del "caralibro" (yo mucho tiempo antes que tu por cierto jeje) y ahora tengo la suerte de encontrarte por casualidad!! (amigos en común)
    Ahora entiendo algo más de ese sueño del que en algun post hablabas... Menuda estabas preparando!! ^^
    Os pillo con todo en marcha y en pleno comienzo de la aventura!! Muchisima suerteeeeeeeeeeeeeee!!

    Disfrutarrrr, disfrutar mucho!! un abrazo hinmenso para los dos! :-)

    syrenyta...

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    1. Jodooo que si nos perdimos la pista! me alegra mucho saber de ti, pillame por fb y seguimos in touch!
      Asi que ahora entiendes un poco mejor los desvarios soñadores del fotolog, eh!? jajjajajajaja
      un abrazo!

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