27 oct 2012

Gobi & Inner Mongolia Tour (I/II)

Largas charlas y “economical hipotesys” precedieron nuestra decisión acerca de coger un tour organizado u hacer un route por libre. Estábamos muy por la idea de contratar un conductor y su furgo y encargarnos nosotros de la comida, el itinerario y demás, pero siendo sólo cuatro personas, la diferencia de precios entre hacerlo por nuestra cuenta y contratar un tour no era muy grande, de ahí que nos acabásemos decantando por la comodidad.
Y, cosas de la vida, justo cuando teníamos pactado el tour que queríamos, aparecieron nuevos compañeros de viaje que nos acompañarían en la vivencia de Mongolía: Mehdi, un francés que se nos unió después de pactar el tour, Aje y Stinj, bella pareja bélga que se unió un el día previo a salir y Sergio, un músico argentino que se apuntó en el último instante. Hubo una frase que nos marcaría y que llegó a nosotros poco antes de partir y fue que el grupo formado y su unión sería el que definiría la calidad de la experiencia. ¡Cierto!
El grupo al completo (y algún infiltrado)

El grupo se dividió en dos furgonetas. A medida que íbamos alejándonos de la ciudad, nos íbamos adentrando en una salvaje naturaleza en busca de lo que el país nos tenía reservado. Las carreteras, las señales, el ruido, la contaminación… todo rastro urbano iba quedándose atrás, tan sólo se veía naturaleza en 360º. Bueno, y de vez en cuando, la furgoneta de nuestros compañeros, levantando polvo mientras seguía nuestro rastro.
Paramos a comer, y surgió el primer contacto estrecho con nuestros compañeros. Nos presentamos y enseguida empezaron a surgir preguntas de verdadero interés de unos por otros. Iba a haber unión, se veía a la legua. La comida, sin ser increíble, estuvo rica, que es mucho más de lo que esperábamos teniendo en cuenta el cuchitril del que salió, nuestra guía y cocinera, Uurna, era excepcional (y eso que estaba preñada de 5 meses!). Algo de sobremesa y vuelta a las furgos, aún quedaba mucha carretera… ejem, camino… ejem, terreno por recorrer.

Uno de nuestros pic-nics
 
 Y es que estábamos avisados: en Mongolia no hay carreteras, bueno sí, pero sólo entre la capital y sus tres o cuatro ciudades colindantes principales, el resto (que viene a ser la inmensa mayoría) es tierra. Ni caminos. Los conductores trazan sus desplazamientos en base a su orientación y conocimiento del terreno, esto hace que rara vez pasen dos veces por el mismo sitio. Hay marcas que otras furgonetas y todoterrenos han dejado como cicatrices en la tierra, pero seguirlas no hace que el vehículo pegue menos botes.

 
Hicimos una pausa para conocer a una familia de nómadas encantadora que con sumo gusto nos mostró todos sus caballos y nos dio a saborear una “exquisita” leche fermentada de caballo… ummh… No, en serio, era tan desagradable que ellos, para bebérsela, echaban una especie de quinito con un juego de dedos a fin de que el perdedor diese cuenta del brebaje.
Modern mongolian cowboy

 
Al atardecer llegamos a una zona rocosa muy curiosa: Baga Gazriin Chuluu. De por sí, con sus acantilados y millares de nidos de ratoncillos, ya hubiera supuesto la excusa perfecta para parar a descansar un rato, pero resultó que entre sus murallas naturales escondía los restos de un antiguo templo budista. Las ruinas contaban la tragedia que se vivió en este, hoy, pacífico lugar, cuando, tampoco mucho tiempo atrás, las tropas soviéticas lo arrasaron. Supimos de más sobre este lugar, pues resultó que pasamos noche en la ger de una familia descendiente de un hombre que poco después de hacerse monje encontró su muerte allí… No sería la última historia trágica que escucharíamos sobre aquellos tiempos.



 
Un nuevo día comenzó, y nuestro conductor, cuyo nombre nos avergonzamos de no saber escribir pero que sonaba a“Chócala”, nos llevaría a nuevos sitios de increíble belleza. Sin embargo, aún nos estábamos alejando del centro del país y eso significaba que había muchos kms por delante. En un descanso, dimos con una “ciudad” (léase pueblo deschartalado) en la que hacernos con algunos víveres para el resto de días. Fue curioso porque, al poco de llegar, comenzó una especie de marcha/manifestación en contra de… el alcohol. La gente del pueblo se había unido para implorar por el cese del consumo de alcohol, “¡al menos por un día!”como rogaban algunos carteles. Y es que en este país hay serios problemas de alcoholismo, cuyas consecuencias, en ocasiones, pueden ser fatales, como más tarde comprobaríamos.

Nada por aquí... nada por allá.

De vuelta al “desierto”, y tras unas horas más dando botes en la furgo al ritmo de los últimos hits mongoles, llegamos al cañón de Tsagan Suvarga, otro paraje de los que cortan las respiración. Fue sí cabe más impactante saber cómo, al parecer, tantísimo tiempo atrás, esta zona había estado anegada por el mar. Uurna nos explicó que las extrañas formaciones que podíamos ver en las rocas se debían exactamente a esta anterior vida marina. Preeecioso.
 

Desde lo alto del cañón pudimos ver las gers de la familia que esa noche nos acogería, se encontraban a unos 5 kms, de modo que decidimos ir dando un paseo.
 
A medida que caminábamos íbamos teniendo uno de los atardeceres más coloridos que hubiésemos vivido, y para cuando llegamos, tras presentarnos a la familia y conocer también a sus camellos (qué increíbles animales!), nos comimos toda la detonación del sol. ¡Pero, ay! Si el cielo en Mongolia es deslumbrante durante el día, ¿¡qué se puede decir del nocturno!? Millones y millones de estrellas tintineando dan tanta luz como la propia luna, que junto a la estela dejada por la vía láctea hacían del cielo un espectáculo como nunca antes lo hubiéramos visto.



Al siguiente día hicimos el último tramo que nos haría pasar más tiempo dentro de nuestra furgo que fuera. Un día duro. Cruzamos un terreno completamente plano, como si de un mar de hierba se tratase, la estepa mongola nos engulló a largo de todo el día y sólo nos dejó salir poco antes del atardecer, cuando arribamos al enorme parque natural de Gurvan Shaikan.
Este paraje de naturaleza tan cambiante y extrema nos tenía reservadas varias sorpresas a lo largo de los tres días que pasaríamos en él. La primera la descubrimos al poco de adentrarnos en el cañón de Yolim am: ¡Nieve! Nieve, en septiembre, y tras todo el verano. Y es que en este cañón se llegan a formar glaciares… ¿no estábamos yendo al sur?
Con las últimas luces, nos dirigimos a las gers de la próxima familia que nos daría cobijo para pasar la fría noche. Nos llamó la atención, que tras la cena, sólo estábamos nosotros en el campamento. Al día siguiente, entre las bromas sobre qué habían estado haciendo los conductores, la familia y nuestra guía, Uurna nos desveló el drama: no hacía una semana desde que un conductor borracho arramplase con una de las ger de la familia, llevándose consigo cinco vidas.

Los dos días siguientes los pasamos en las Khongoryn els, también conocidas como “Dunas cantantes”. Como hemos dicho, este parque nacional es colosal, y extremo. Pasamos de ponernos toda la ropa posible en un cañón con buenas capas de nieve a estar en tirantes rebozándonos entre las dunas de arena. El camino hasta llegar al campamento fue largo, y no porque sólo hubiese dunas allí, de hecho fuimos acompañados todo el trayecto por las ellas; pequeños promontorios que irían creciendo hasta convertirse en auténticas montañas de arena.
 

Fueron dos días fabulosos con una familia muy hospitalaria, y en donde más nos unimos todos. Sergio, el argentino, tenía entre manos un proyecto musical en el que incluyó la voz de Claire, Stjin tuvo su carrera de camellos, los carnívoros su matanza de cabra y asado a la piedra, Uurna alcanzó a su futuro marido (chofer de otro grupo), Amaia superó con creces su fobia a montar en caballo montando en camello, Mikel volvió a cantar en francés (esta vez para mayor auditorio), los lobos cercaron nuestro campamento durante ambas noches y un sinfín más de historias tuvieron lugar aquí… pero aún quedaban muchas más por vivir.



Un pasito pá lante María... ¡y tres pá tras!



¡Adoska Munduan!



To be continued...

4 comentarios:

  1. más más MÁÁÁÁÁSSSS!!! QUEREMOS +++++!!!!!!!

    por cierto may!! a ver si sacas tu lado POfesional y cortas esos pelacos que tenéis!! que parece que cuanto más lejos os váis más rápido os crecen las greñas!!! GUAPOOOOS, greñudos pero GUAPOS!!

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    1. En breves la egunda parte (a ver si nos ponemos con ella algun día de etsa semana)! Muchas gracias por el apetito entradil!!
      Respecto al corte de pelanas, Amaia está de vacaciones!! jajajajaa Nah, ella sí tiene intencion de hacerse algo, pero en japon casi se nos cae el pelo del susto al saber del precio, y tampoco quiere un cambio tan radical! Sí, un chiste de esoss mios jajajajjaa
      Muchísimas gracias por los piropos, nunca están de más, pero viajando, con la misma ropa tol santo dia, a vees muy cansaditos y demás... pues ea, que se agradece mucho ;D
      Besarkada handi baaat!!

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  2. Mikel en esta foto:
    http://1.bp.blogspot.com/-u8cfzWlP6Iw/UIkqXsszEeI/AAAAAAAABdM/tnndCesJ3JU/s1600/P1030837.JPG

    No se tu, pero a yo no podria evitar que se me escapara un "ESTOY EN EL FIN DEL MUUUUNDOOOOOO!!" xDDDD

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    "Millones y millones de estrellas tintineando dan tanta luz como la propia luna, que junto a la estela dejada por la vía láctea hacían del cielo un espectáculo como nunca antes lo hubiéramos visto"

    No podeis hacernos esto, no nos podeis describir un cielo tan bonito y magnifico como ese y no poner ni una foto, no, eso no, eso no se hace, nooooooo...

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    Esta foto tiene un pequeño fallo...
    http://1.bp.blogspot.com/-1qKxZU5-DeY/UIkqoPZ1SMI/AAAAAAAABfQ/AxlncMOHvXI/s1600/P1040024.jpg

    Primer sujeto... con gafas de sol.
    Ultimo sujeto... con gafas de sol.
    Penultimo sujeto... con gafas de sol.
    Antepenultimo sujeto... con gafas de sol.
    May?, May?¿, Maaay?¿?¿!! esta era la foto de las Gafas de Sol!! jajajaja xDDD

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    1. En el fin del mundo, sí! o al menos parecía estar en un mundo sin rastro de vida (aunque haberla la había, sólo que bien escondiiica!). Acojonante!
      Cómo ibamos a fotografiar semejante estampa!? no cabía toda su belleza entre las cuatro esquinas de ninguna fotografía!!... bueno, eso, y que nuestra cámara tiene una sensibilidad ISO algo patata y no nos da más de 15 segundos de obturación... jajajajjaaa
      Mira que sale May en casi todas las pics con gafas y va en esa y... en fin, con tal de llevar la contraria!
      jajajajajajaja Nos hemos reido mucho con tu comentario, Rasho, muchas gracias!

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