30 oct 2012

Gobi & Inner Mongolia Tour (II/II)


Como cada mañana, tras desayunar, recogeríamos nuestro campamento base, ¡sí, campamento base!, porque era increíble la facilidad que teníamos para dejar la ger hecha un cristo, con nuestra ropa tirada, las bolsas de comida… Pero esta vez, sería diferente: era nuestro último día juntos, ya que el grupo se dividiría la próxima mañana. Sergio, Stjin y Aje, sólo cogieron 8 días de tour, compartiendo 6 de estos con nosotros, los dos últimos lo dedicarían para la  vuelta a Ulán Bator.

Nos dirigíamos rumbo a las Flamming Cliffs, otra maravilla de Mongolia, donde al parecer vivieron millares de dinosaurios y realmente parecía que hubiésemos viajado en el tiempo. Cuando llegamos a las gers de nuestra próxima familia de acogida nos encontramos con un acontecimiento muy especial: esa misma tarde se celebraría una pedida de mano. Las dos familias se encontrarían para festejar el futuro enlace, si es que el padre de la dama  (o como en este caso el padre había fallecido, el tío) daba su visto bueno y aceptaba la petición, al más puro estilo tradicional. Asique nos quedamos esperando a ver todo el espectáculo y… ¡a “gorronear” algún delicioso aperitivo y cocktail! jajajajajaja.


Nos dieron un botecito con incienso/tabaco que debíamos “esnifar” como signo de bienvenida, más suculenta bebida de leche fermentada de caballo, alcohol puro y duro y por supuesto, carnacas de distintos animales (cabe mencionar que Amaia, aborrecida de tantas carnes, se hizo vegetariana durante el tour). Lo gracioso fue, que en realidad el futuro matrimonio ya tenía un hijo!.. ¡ja!, ¿pues tan tradicionales no eran estos? Bueno, en lo que concierne a la petición y la fiesta sí.
Es muy interesante ver esa unión entre los tiempos modernos y la tradición, diferenciando qué pasos deben seguir vivos y que partes hoy día están de más… saben lo que se hacen. Nos llamó la atención que aquí las bodas y demás eventos especiales se celebrasen durante la semana, algo impensable en nuestra sociedad donde el trabajo es la prioridad absoluta, dejando relegado estos acontecimientos al fin de semana.



Las últimas horas de la tarde las dedicamos a ver la puesta de sol en las Flamings Cliffs. Ya bien metidos en la noche hicimos una fiesta de despedida bajo el brillante cielo nocturno que sólo hemos contemplado en Mongolia.





Por la mañana, y tras bromear acerca de si seguirían el tour con nosotros o qué, nos jugamos la única botella de cerveza superviviente en una partida al estilo quinito tradicional mongol que sería la que decidiría el destino de la botella. Sí, la incomparable e inigualable mano de Mikel (también conocido en el tour como “Inmortal Fingers”) ganó la partida… mas la cerveza no nos sabría a victoria; la ausencia de Stijn, Aje y Sergio pesaría mucho más que los dos litros de cerveza. El momento real de despedida se acercó, y tras los abrazos y alguna lágrimilla llegaron unas palabras de cordura: -“¡En cuatro diitas nos vemos en el albergue!” jjajjajajaa Sergio, Stinj, Aje y el que había sido nuestro chofer “Chócala” se montaron en la furgo y se alejaron, hacia el norteeste.


 
Y nosotros hacia el norteoeste. La temperatura iba cambiando a medida que pasábamos horas y horas en nuestra nueva furgo (aún algo más carraca si cabe). Fue un largo viaje hasta llegar a nuestro próximo destino. Cruzamos buena parte del día por un desértico y resquebrajado suelo, donde de vez en cuando aparecía un cráneo de cabra o caballo, pero poco más, durante horas y horas. Sobre las 3 del mediodía paramos a descansar en un ger-camp que se encontraba por el camino y fue allí donde, no pudiendo seguir adelante ya que la temporada de verano estaba llegando a su fin y muchos ger-camps estaban cerrados, haríamos noche. Un precioso lugar a orillas de un río con unas ruinas de templos que nos contarían otra historia más acerca de la crueldad con la que el comunismo quiso exterminar el budismo… y todo ello porque los monjes no generaban dinero y suponían un gasto para el nuevo régimen, además de no tener descendencia.

 
Al día siguiente, el camino nos llevó hacia el parque nacional del valle de Orkhon donde pasaríamos un par de buenos días en compañía de Claire, Alex y Medhi; y donde nos esperaban unos bajitos y regordetes caballos con los que trotaríamos hasta llegar a una bella cascada, escondida entre pinos y pinos, ¡habíamos vuelto al norte y sus montañas plenas de bosques!.. ¡¡Y al fríooorl!! Justo antes de tomar la cena, y recién vueltos de un agradable paseo, un helado viento anunció la llegada de la nieve. Tal era el frío que hacía que Vaira, nuestro nuevo conductor, se bajó los humos de bravo mongol y durmió con nosotros, en la ger, en lugar de hacerlo como hasta ahora, ¡en la furgoneta! Y fue una enorme suerte, porque se dedicó a cuidar el fuego por la noche. ¡Y qué bien dormimos!





Nuestro último día lo dedicamos a conocer el asentamiento que el hijo de Genghis Khan se encargaría de convertir en capital mongola: Karakorum. En su momento álgido debió de ser una ciudad colosal, ya que tras entrar en el interior de sus murallas y encontrarnos unos templos que, ¡oh, sorpresa! también habían sido destrozados en sucesivas ocasiones (primero chinos, luego rusos… “buena” ubicación tiene el país) supimos que la superficie que se extendía entre una de sus murallas y la de en frente no era de 400 metros, como veíamos, ¡sino de 4.000 metros! Una fortaleza de 4km x 4km que contenía complejos enteros de templos, campamentos de guerreros y toda una ciudad comercial. Lo que queda de aquel glorioso asentamiento no es mucho, pero se puede sentir lo que fue, especialmente si cuentas con los conocimientos de una estupenda guía.
 



Por la noche gozamos de un concierto exclusivo en nuestro ger-camp. Un señor mongol nos cantó algunas tradicionales canciones mongolas con diferentes instrumentos. Pero más que la gran pericia que mostró con el arpa, la guitarra de caballo y la flauta, lo que más nos llamó la atención fue el sonido que emitía desde su bajo vientre, pasando por su garganta y siendo convertido en diferentes tonalidades en base a la zona del cuerpo que moviese o se golpease. ¡Imposible de describir, increíble!

Y así, nuestro tour llegó a su fin tras 11 días de marcha. Para algunos podrían parecer muchos días, más teniendo en cuenta las condiciones, y para otros, por el contrario, pocos. Pero para nosotros estuvo ferpecto. Cada día era especial y único.
 
Sin duda alguna este país nos ha marcado muchísimo y que guardamos con especial cariño. De la experiencia del tour nos llevamos los lazos de amistad que creamos con nuestros compañeros, la guía y los conductores, ya que nos enseñó que lo que lo hizó especial, irrepetible y memorable fuimos las personas y nuestra actitud. Y, respecto a Mongolia, la sensación de libertad e inmensidad que trasmite. Es increíble la belleza de su cielo, sus diferentes y cambiantes paisajes y su cultura y tradiciones. No nos esperábamos que nos cautivase de esa forma y menos que nos tuviese guardo semejante regalo, asique nos dejamos conquistar. Para nosotros, realmente evoca sensación de infinidad, diversidad y libertad.
 
De camino a la capital, mientras comíamos, nos encontramos viendo la televisión (¿qué era eso?) justo cuando daban las últimas nuevas. Al acabar de hablar sobre las poquitas reformas que se estaban llevando a cabo en el gobierno mongol, le tocaba paso a un pequeño apartado sobre las noticias del mundo. Sólo versaron sobre tres países: Irán, Afganistán y, claro, ¡¡¡España!!!… Según las imágenes y lo que nos tradujo Uurna, ¡España entera se estaba manifestando contra el gobierno! Más tarde unos cuantos nos explicaríais las razones de aquella manifestación, que nos dejó conmovidos, rabiosos e inquietos. ¿Qué está pasando, y qué no está pasando por allí? Aysss… En el albergue volvimos a coincidir todo el grupo, excepto Sergio, que ya se había adelantado rumbo a China. Los demás gozamos de una última cena, rememorando las vivencias de lo que parecía el último mes y que en realidad eran… tan frescas. Otra genial velada.

Claire y Alex materializaron estas vivencias en su blog, con un video muy divertido: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=h-188PjQnuc

Tras aquellos días desaparecidos en el corazón mongol, los ojos con los que mirábamos Ulaan-Baatar eran diferentes. Después de vivenciar la cultura y de entender gracias a todas las explicaciones y descripciones que habíamos recogido de nuestra experiencia con los mongoles y con Uurna, se nos entremezclaban los diferentes puntos de vista de la razón y el corazón al analizar y sentir aquella ciudad, y no podíamos dejar de preguntarnos: ¿Qué va a ocurrir con la vida nómada?, ¿Con Mongolia?
Ellos elegirán el camino a seguir
 

8 comentarios:

  1. Mikel!!! Cantar en frances no es lo tuyo!!! Ja, ja! Intentar, lo intentaste, pero.... en fin... !! Ja, ja, ja!!!

    olatz

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    1. Baaah, que ahí estaba afinando las cuerdas... y las cuerdas vocales también! Es un proceso muy complejo, primero tengo que hacer cómo que no si fuera la segunda vez que toco el ukelele y la primera que canto en francés... luego ya sale tol duende!! jajajjajaaa

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  2. Yeahhh, man.
    Al fin posteo, me he tenido que leer casi tres entradas del tirón que no he podido comentar. Los exámenes se acercan u_u

    Está siendo un buen viaje por lo que parece, a pesar del problema que hubo con los pasajes y tal :)
    Las fotos muy chulas, si se puede cuando vuelvas me apunto a competir contra esos dedos.

    ¡Un fuerte abrazo!

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    1. Buenooo, lo prometido es deuda, no!? ;P
      Está siendo un viaje alucinante, sí, con las dificultades para visados, etc, parte del camino, como los obstáculos en el parkour ;)
      Muchas gracias por los piropos fotografiles! le estamos cogiendo mucho gusto a nuestra camaruca, y eso que no esperabamos muy buenos resultados. Muy muy contentos!
      Ya te enseñaremos el quinito mongol, ya, ah! nosotros estamos enseñando vuestro juego de las piedras! jajajajjaa Aaah! y hemos aprendido a jugar al Shogi, el ajedrez japonés de Shikamaru! Qué grande!!
      Mucha fuerza con esos exámenes, ganbatte kudasai!!
      Un fuerte abrazo.

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  3. Joooooo Amaiaaaaa!!! q envidia me da cuando veo todas vuestras fotos :) Espero que lo estéis disfrutando a tope!!!!!

    1besazo enormeee!!!!

    Lara M.

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    1. Laris!! Que bueno que nos escribas!!
      Estamos disfrutando muchisimo el viaje! Y me imagino que entenderas a lo que nos referimos cuando hablamos que en tan poco tiempo creamos un lazo muy especial con este grupo, como nos pasó a nosotras en el spa!

      Esperamos que estes muy bien por allí. Un besazo enorme de los dos! Cuidate muchooooooo

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    2. Me da envidia vuestro arrojo, el ansia de aventuras, el turismo no convencional, la integración con la Naturaleza, la inmersión en otras culturas y la libertad que tenéis.

      Soy timorata y perdí el espíritu aventurero en el camino. No sé si es tiempo de recuperarlo.

      Magníficos relatos, estupendas fotos y lo mejor: vuestra sonrisa.

      Báth

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    3. Muchas gracias por tu comentario, nos ha alegrado mucho. Aunque, tenemos que decir que tampoco es que estemos haciendo un viaje pleno de aventuras, turismo 100% independiente, abosluta integración con la naturaleza etc, si ves eso, es porque está en tu interior, latente, y lo proyectas hacia afuera. Toda esa experiencia está en tu mano.
      Ojalá, si lo deseas, recuperes ese espíritu aventurero.
      Muchas gracias.

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