3 ago 2012

Entre Buda y Pest anda Budapest


El cambio fue patente desde el cartel que daba la bienvenida a Hungría...
El paisaje, con parcelas de tierra cada vez más desordenadas y salvajes. Los pueblos, con las casas acercándose aún más entre sí, buscando el amparo que los materiales con que estaban construidas no les daban. El aspecto de la gente, de rostros marcadamente distintos, en su mayoría más toscos… con carácter. La industria que acompañaba a las instalaciones de la red ferroviaria, de apariencia anticuada, oxidada y dura. Todo cuanto veíamos parecía pertenecer a tiempos anteriores, a una época más pobre. Y nos encantó.
Estábamos en verano, a las puertas de agosto y nada más llegar tuvimos que hacer una larga cola para poder reservar nuestros billetes de tren-cama hacia Polonia. Es asombrosa la cantidad de gente mochilera que nos estamos topando en el camino, ¡desde vascos bicicleteros hasta curas y monjas mochileras!


Salimos de la estación, bastante viejuna, para coger el metro e ir al albergue que estaba en un barrio algo alejado. La primera sensación al salir del metro, fue un tanto intimidatoria. Emergimos en un barrio de Pest bastante underground, un pequeño gueto con sus edificios en ruinas, poco transitado, y una iluminación bastante escasa. Sin embargo tras localizar el albergue y andar por la zona, nos sentimos muy afortunados por alojarnos allí, ya que de otra forma no hubiésemos conocido esta faceta tan auténtica de la ciudad, además de ahorrarnos unos florineurines… y de probarnos en un ambiente “menos preparado para el turismo”.


 Esta vez el segundo diluvio universal que quiso calarnos los pies no nos pilló desprevenidos. Estábamos preparados para la batalla, ¡con chanclas y a lo loco!



El centro de la capital húngara era, sin embargo, y como cabía esperar, bastante moderno. Y nos surgió una reflexión acerca del referente que define la vanguardia en el atractivo de las ciudades. ¿Acaso llegarán a ser todas las grandes urbes iguales, con los mismos servicios para los visitantes, la misma forma de explotar los mismos enclaves, mismas formas de desplazamiento, etc? Se acogen de buena gana reflexiones.



       

 
La zona más bonita del centro es, bajo nuestro punto de vista, el paseo por la ladera del rio Danubio con vistas hacia el otro lado de Budapest, Buda.


Buda, la parte más romántica de la ciudad donde había una impresionante panorámica de Pest, y un fantasioso enclave en el barrio antiguo, donde estaba el origen de la ciudad y su castillo, la Catedral de Matias, símbolo de la época más gloriosa de Hungría, y el Bastión de los Pescadores, donde casualmente nos encontramos con la celebración de una boda.

            







Lejos del centro se encuentra una zona conocida como el parque de la ciudad (a recordar cómo era en húngaro), y dando su entrada estaba el monumento a los siete líderes tribales que fundaron Hungría allá por el siglo VII.






Es un agradable punto verde para el descanso de la ciudad que tiene como colofón unos baños termales de aúpa… tentación que no pudimos resistir.

4 comentarios:

  1. Qué pasada!! me uno al momento de reflexión y no puedo resistirme a pensar si os reconoceré a la vuelta de tantas vivencias y emociones nuevas.

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    1. jajaj, claro que nos vas a reconcer porque estas viajando con nosotros!
      Adoska munduan. Muakas!!

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  2. You seem to have a great time! You look happy! Thanks for the story and the nice pics. Buon Camino!
    Hilde

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    1. Thank you to you, wonderful woman!
      Hope someday we meet again in the way, buen camino!

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