Hace años nos hicimos con un poster para decorar nuestro primer "nidito de amor", una estampa de ensueño tropical que quisimos extender por la pared dándole libertad a nuestra imaginación. Es curioso, porque aquella imagen venía de las playas en las que precisamente pasaríamos nuestros últimos días del viaje.
Un viaje arropado por la luna creciente. Así es como empezamos a caminar, con el deseo de crecer y crecer, de seguir los pasos hacia adelante. Y así, desde que comenzaramos a andar juntos, nuestro camino se ha ido enriqueciendo a cada paso, cogiendo nuevos matices.
Estamos muy contentos y agradecidos de haber realizado este viaje, de haber llegado hasta donde llegamos y de haber vuelto cuando volvimos.
El viaje no acaba aquí.
Este viaje no ha sido más que el principio de todo lo que está por llegar.
Y es que la vida promete, y mucho.
Este viaje no ha sido más que el principio de todo lo que está por llegar.
Y es que la vida promete, y mucho.
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