14 nov 2012

¡Entramos en China!

Y salimos de la estación de tren de Ulaan-Bataar, ¡rumbo a la frontera china!
Haríamos noche en el tren, compartiendo hard-sleepers con nuestros gabachitos, siguiendo el itinerario marcado por el transmongoliano. Pero antes de finalizar la ruta del tren en Pekín, quisimos hacer una pequeña escala en un “pueblo”: Datong, ¡queríamos ver las grutas de Yungang!
¡Qué tiemble China, ya hemos llegado!

La llegada al “pueblo”, fue una odisea. Comenzaron a cumplirse las advertencias que nos habían dicho, pero como íbamos preparadísimos para la batalla, salió todo a pedir de boca. Cierto que los chinorris no tenían ni pajotera idea de inglés, cierto que se nos colaban todos hasta que nos pusimos firmes, cierto que las distancias son enormes y el trasporte lentísimo (íbamos a 60km/h en autovía!),… pero hubo gente muy amable que nos ayudaron en lo que pudieron y gracias también… a la terquedad de Mikel, que en esta ocasión nos vino muy bien (ya dijo a primera hora: “hoy va a ser un día largo, pero a la noche estaremos en Datong, cenando deliciosa comida china”) y así conseguimos hacernos con todos los billetes necesarios para llegar ese mismo día a Datong. ¿Que podíamos haber cogido el tren? Claaaro, pero hubiera sido más caro, y teniendo tiempo… si Mikel erraba siempre podíamos hacer noche en Jining, así que nos lanzamos.

1ª fase: Cruzar la frontera. Fácil y rápido. Gracias a un mongol que nos encontramos en el tren de Ulan-Bataar, y que no descansó hasta meternos en el autobús que nos llevase directos desde Zamyn Uud, Mongolia, hasta Erlian, China, colándonos de todos los Jeeps y librándonos de sus pesados conductores. Tras los rollos macabeos de los controles, y nada más salir del edificio fronteril, ya se podía apreciar la enorme diferencia entre la de un país y otro. La carretera (¡había carretera!), los parques y hasta la forma de gastar los yuan-monedines: había muchísimas esculturas de dinosaurios bordeando la carretera, haciendo una graciosa referencia a los hallazgos prehistóricos en esa región. Ahora en serio, costaba creer que tan sólo unos kms atrás, en Mongolia faltasen tantas cosas que aquí pudimos volver a ver… algunas las echábamos de menos, otras no tanto. Desde Erlian debería haber sido fácil llegar hasta Datong, si no hubiera sido porque ya no quedaban plazas para el bus directo ese día. Esto nos lleva a la siguiente fase.
Erlian-Jining. O el trayecto de bus más lentorro que nos hemos comido hasta la fecha. Además, al apenas haber tenido tiempo entre sacar pasta y meternos al bus (a la carrera que nos vimos), sólo teníamos la comida que llevábamos con nosotros. Pero bueno, racionamos muy bien los víveres y, entre éstos y la ilusión de la comida que nos esperaba, sobrevivimos.
Por último, tras nuestra llegada a este “pueblo”, bueno va, desciframos, “pueblo” en chino viene a significar “mega-ciudad con más habitantes que París”, obtendríamos nuestros últimos pasajes del día, Jining-Datong. Vaya un día de contrastes, más teniendo en cuenta que veníamos de Mongolia, donde ciudad es pueblo y el pueblo granja. Petado de chinos, allá donde mirases… y hablando de mirar… descaro no, lo siguiente, pero es que en estos “pueblos” no llega mucho guiri y nos tenían que mirar como las vacas al tren, ¡claaaroo! Jajajajaa Pero la sorpresa fue grande viendo la calidez con que nos recibían… bueno va, calidez, calidez, tal vez no, pero fueron bastante colabores con los billetes y la primera impresión sobre los chinorris fue muy buena.
 
Llegamos a Datong tras 27 horas de tren y buses, cansados, pero muy felices…
¡Una deliciosa cena nos esperaba!

2 comentarios:

  1. Y ahora es cuando vuelvas a Vitoria, Vitoria no será una ciudad sino un pueblo pequeño.
    Es lo que tiene esos cambios ^^

    Tu terquedad sirvió de algo, me alegro molto, molto.

    Si puedes tienes que ir apuntando palabras en otros idiomas; sería bastante interesante. Aunque igual ya se te ha ocurrido ya

    Un fuerte abrazo y otro para ti, además me alegro que disfrutéis del camino.

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    1. Ni hao, Unai!
      Tienes razón, Vitoria no será la misma... de hecho, ahora vemos también las distancias de una forma muy diferente, Vitoria-Madrid, p.e., nos parece un paseico de ná! se nos quedaría hasta corta, sin tiempo de acomodar el culete!! jajajaja
      Respecto a las palabras, jummm, lo tantearemos pero de hecho ya vamos subiendo alguna palabra en cada lengua. Por ejemplo, amigo, en cada entrada de "amigos viajeros" ;D
      Un fuerte abrazo, y otro para ti también! jajajajaja ah, y otro para Cris... jajajajaja

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