Nosotros no somos mucho de juegos
de cartas, pero ahí estuvieron Alex y Claire para enseñarnos este pedazo de
juego.
Es un juego bien sencillo de
aprender que crea adicción. No es uno de esos en los que tienes que aprender un
buen número de reglas antes de saber qué estás haciendo, tampoco es uno de esos
en los que tienes que darle mucho al coco en busca de la mejor estrategia, no.
La batalla córcega, consiste en hacerse con toda la baraja de cartas venciendo
así a todos los oponentes. Para ello es necesario estar atento y ser rápido,
haciendo uso de los buenos reflejos.
¡Ojo avizor y espada en ristre! |
La tensión comienza tras repartir
las cartas uniformemente a todos los participantes, sin que nadie pueda ver
ninguna carta. Van cayendo una a una sobre la mesa, pero hay que estar atento a
ellas, ya que cuando aparece una carta tras otra que sea del mismo número se
produce el “agresivo” enfrentamiento. Es ahí, donde aparece la verdadera
batalla, breve, porque el objetivo es sólo ser la primera mano en cubrir las
cartas, y contundente, porque sea como sea tienes que hacerte con la gran
mayoría del espacio ocupado por el grupo de cartas para así poder llevártelas
todas de golpe, literalmente. Aunque hay otra forma menos “sangrienta”
para acabar por hacerte con toda la baraja, y es echando alguna figura (sota,
caballo y rey) o as, ya que si el siguiente oponente no consigue corresponderlas
en el diferente margen de intentos que cada una de estás da, te llevas todas las cartas de la mesa.
Cuando nos quedamos fuera del
juego tras quedarnos sin ninguna carta, no es el fin de la partida para nosotros. ¡Se
puede volver al ella! Aquí es donde te centras completamente en vencer si se
produce la copia de cartas (si es preciso, ¡llegando a romper dedos!). Es por
esto que el juego crea piques, es impredecible, explosivo y divertido!
Alex era rápido y certero, pero
lo de Claire era inhumano, claro, sangre corcegana corre por sus venas. Nos
costó vencerles pero conseguimos el aprobado para enseñar este juego más allá
de las orillas de Córcega. Muchas batallas han tenido lugar desde entonces,
de entre ellas debemos destacar una frente a unos piratas belgas que recién
salían a la mar pero que se mostraron tan bravos como nosotros en una batalla
sin cuartel, y tan extensa que hizo que el desenlace quedase sin zanjar.
"Otearemos el horizonte en busca de nuevas batallas y de antiguas cuentas por saldar"
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