Otra de nuestras aficiones es
hacer colección de paraguas. ¡Nos encanta comprar y perder o romper paraguas!
De hecho en este viaje llevamos siete paraguas (hasta la fecha). Realmente, todo se remonta a una vieja maldición de Mikel. En nuestra
posesión tan sólo queda uno y otro que enviamos a Vitoria, ¡nuestro querido Momiji-san!
Empezamos a hacer nuestra
colección en Viena, donde, como ya dijimos, nos cayó el diluvio universal. Allí
compramos dos, uno para cada uno. Pero ambos acabarían rotos en cero coma. Claro que era de
esperar, porque más baratos no los pudimos haber comprado, ¡y es que no es para menos!,
sabemos muy bien de esta habilidad nuestra, asique ¡para qué comprarlos más
caros!
Desde muy prontito sólo sobrevivió uno (y a
duras penas), el de Amaia, ¡claro! pero cayó convaleciente un día
de perros en Irkutsk, asique tuvimos que regatear por otro paraguas, esta vez
moradito. Moradito es uno de os dos paraguas de la familia de quienes no guardamos testimonio gráfico y conseguimos reccordar que sucedió con él... una lástima.
Ahora bien, en Kyoto, decidimos
comprarnos uno de “gran calidad”, uno de esos transparentes que según Mikel son
muy resistentes y además ¡se ve el cielo!, pero lo debimos de coger muy listillo,
porque se quedó ligando en el barrio de las geishas en Kanazawa. En fin, era bueno, pero poco
nos duró. Y eso que a Mikel en su anterior visita a Japón, le debió de durar
todo el mes de viaje, o eso dice, porque es algo inaudito hasta la fecha.
A Momiji-san, lo compramos en
Tsumago. Es nuestro paraguas más especial, aparenta ser sencillo, pero cuando cae la
lluvia y se empapa en agua, salen a la luz un montón de hojitas de arce en su piel. A
este le pusimos nombre, para darle más personalidad y no olvidarlo en cualquier
lado. Acabó convirtiéndose en algo más que un paraguas más y decidimos enviarlo a Vitoria, ¡por si las moscas!
El último aliado, se llama
“Tanto”, y no es porque ¡tanto dé que dé lo mismo!, es que también es japonés y
del tamaño del puñal samurai, llamado Tanto (marchando una de frikadas). ¡Ya veremos lo que nos dura en cuanto tengamos que dar uso de él!
Estoy parlanchina hoy pero es que esta entrada me ha gustado mucho. Estáis en todo! qué cosas éstas que antes eran sólo "un paragüas" y que ahora pueden llegar a tener nombre y un huequito en vuestro blog!!
ResponderEliminarjajajaja, si que estas parlanchina!!! Esta super guay ver tus comentarios...
EliminarPues este apartado, aunque no sea un gozatiempos es un pierde dineros!!! Al principio era desesperante dejarle el paraguas a Mikel, pero ahora es de lo más divertido verle las caras cada vez que vuelve sin ellos o con ellos rotos! Asique bien se merecía una entrada muyyyyy especial! jajajaj
Y que me dices de las rallas de la lluvia??? ;P
ácida por lo que veo!! jejejjj
Eliminarmira que salaá!! jajajaa
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