Otro bobotiempos… este
desesperante y crispante bobotiempos, tuvo su momento álgido en Gwalior, pero
su origen viene desde tiempos inmemoriales.
“En aquellas calurosas noches de
verano, tras varias vueltas y vueltas para lograr pegar ojo, y cuando uno ya se
halla en el punto de quedarse dormido, de repente, y sin señales de aviso, un
molesto picor hace entrada en los créditos de inicio del sueño… no quedando ahí
la cosa. Para darle salsa al asunto, un insistente y ruidoso mosquito, sediento
de sangre, se dedica a bailar flamenco bien cerca del oído… que quede clara la
calidad de su taconeo, ¡olé que olé!”
¡Ostia! Hasta que con muy mala
uva te levantas con un cabreo que pá qué… y das con el enemigo, que muy listo
él vuela y vuela jugando al despiste. Sabes que hasta que no acabes con él no
vas a poder dormir. ¡Sí! Se trata de un duelo a muerte, es o tú o él. Asique
una vez localizado, y sin perderle de vista, preparas el armamento necesario (una
zapatilla plana, papel o lo que surja) y vas a su encuentro.
En Gwalior, tuvimos una gran
batalla, fue un ejército de más de 20 mosquitos en contra de dos, pero aquí hay
que aclarar, dos colosos… ¡PUDIMOS CON ELLOS Y GANAMOS LA BATALLA, INDEMNES! Eso
sí, a costa de dejar las paredes de la habitación… ¡vaya redecoración!
Subimos de nivel, y Mikel
desarrolló una nueva habilidad, que bautizaríamos como “aplausos letales”. Y es
que hemos pasado al punto de ser, en sí mismos, el arma más letal.
Vaya nochecita que hemos pasado! Se conoce que la red internacional de mosquitos tiene adsl de alta velocidad y han rastreado nuestra entrada y han hecho un motín en nuestra contra!
ResponderEliminarHemos sufrido su venganza más letal, con rafagas de ametralladora incluida(9 picotazos seguidos en menos de 1 segundo).
Esta vez... esta vez... no salimos indemnes!