9 feb 2013

Asín de rápido!!

Pocos días antes del despegue recibimos un correo: nos habían cancelado el vuelo directo de Yangon-Siem reap. Tras conseguir que nos devolviesen la pasta, nos pusimos en busca de la mejor  solución, ¡y es que ya teníamos pillado el alojamiento y tal! Optamos por coger otro avión que salía el mismo día, que aunque haciendo escala en Bangkok era de precio similar. ¡Cagüen! para un vuelo directo que ibamos a hacer... Pero es que ya habíamos oído que esta compañía no era muy bien valorada: cancelaba vuelos a menudo y es, de hecho, (aitas, esto no lo leaís) una de las compañías con más aterrizajes "forzosos".
 

Aterrizamos en Bangkok, en su increible aeropuerto e hicimos el check in. Teníamos un par de horas hasta el embarque así que la azafata de taquilla nos recomendó pasarnos por la sala de espera de la compañía, y... ¡sorpresa! Buffetaco pal body!! Ahí, que nos estaba esperando esa pedazo de sala y esa suculenta comida, ¡pero si hasta había palomitas!

El vuelo de Bangkok a Siem reap fue un abrir y cerrar de ojos, ¡no tuvimos tiempo ni de apear bien el culo, si es que nos dieron comida y nos la tuvimos que llevar para casa! Al llegar al aeropuerto camboyano nos quedamos alucinados. Parecía un resort de lujo, era increíblemente fashion... una pasada. Bajamos del avión y en fila india nos colocamos todos para hacer nuestro visado. Y no fue este un tramite como los anteriores, no, fue... ¡Sí, el visado más rápido de la historia! Entregar el dinero (uno de los más baratos), el pasaporte y la propia arrival card (trajeta de llegada), y en menos de 3 minutos lo teníamos en nuestras manos tras pasar por un buen número de funcionarios que, al más puro estilo caminar del cienpies, se rulaban tu pasaporte cumpliendo su papel. Y todo esto en un ambientazo super agradable. ¡Qué gustazo! Así, da casi hasta gusto tener que hacer visados.

Salimos alucinados, más felices que felices, y ahí nos esperaba un amable conductor de tuk-tuk ¡con su cartelico de bienvenida y todo! Entre una cosa y otra nos sentiamos de la yesete, ¡oiga!

 
¿Nuestro destino? Un hotelito a las afueras de la zona de “marcha” de Siem reap, algo más alejado de los templos también, ¡pero con piscinica y tó! Aisss, que gozada meterse a una bañera grande... ¡que no catabamos una desde Budapest!

Eso sí, se notaba que la ciudad se encontraba en uno de los mayores enclaves turísticos de Camboya y del sudeste asiático, pues era como estar en una ciudad de veraneo, con sus tienducas y sus precios altos, pero… los templos de Angkor, como pronto descubriríamos, ¡merecen todo y más!

2 comentarios:

  1. jejeje que lujo eh! Despues de los hostales cutres que os habréis comido ajajaja
    Disfrutad chavales, que os lo merecéis!!
    Perdonad la demora, ahora que estoy en España voy a ponerme al dia de todas vuestras andanzas...

    Os mando un abrazo inmenso, y no pierdo la fe de veros algun dia no muy lejano!

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    Respuestas
    1. Diegoooo!!! Que grande tenerte por aki!!
      Sí, todo un lujazo y mira que nos conformamos con poco!jajaja. Estamos seguros que la vuelta a España ha sido muy cálida (por los abrazos, porque el calorito se ha quedado por aki! jajaj) Esperamos que la operación vaya de lujo y cuidate mucho!
      Te mandamos un abrazo enorme.

      PD:Ya habrás visto que desde tiempo ha, te hacemos propaganda del blog, no? ;)

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